Reflexiones de Kant respecto a los animales

Kant expresa su admiración y aprecio hacia los perros. Sin embargo, el más grande sentido de maravilla para Kant, está reservado para los elefantes. Dice el filósofo: “Cuando uno observa su fuerza y su similitud con el hombre, [un elefante] es un animal digno de admiración [ein bewunderungswürdiges Thier]” . La trompa del elefante, es “la herramienta más noble”, comparable a una mano en su destreza y en su sensibilidad, y con un rango más amplio de usos también; un elefante puede usar sus poderes más comúnmente que cualquier otro animal. Los elefantes son muy útiles, debido a su fuerza y a su velocidad en tierra y en agua, y porque son entrenables (gelehrig) y prudentes (klug). “Si no es provocado, un elefante no hace daño”. (cf. PG 9:329) “Es frecuentemente tan gentil que uno puede romper cocos en su cabeza, aunque debemos de compartirle un poco si no se vengará con su trompa.” Ellos no solo pueden ser domesticados sino también “disciplinados” (quizás el único animal capaz de ser disciplinado). Kant nota que las personas en Surinam usan un elefante en lugar de un sirviente, un papel que él lleva a cabo bien y pacientemente. En un conjunto de notas, Kant reporta haber concluido sus comentarios en lo que respecta a los animales, de esta manera: 
Un elefante es un animal gentil, y parece ser un Analogon de Moralidad. El entiende bromas pero no puede ser engañado. 
Desafortunadamente, ni la causa exacta de tales observaciones, ni sus implicaciones, se desarrolla más. Claramente, aquellos reportes acerca del comportamiento de elefantes (al menos las partes que el encontró creíbles o que valiera la pena recolectar y comentar) dejaron una impresión en Kant. En vez de enfatizar diferencias o la distancia entre elefantes y humanos, Kant atribuye una importante sofisticación mental a los elefantes y utiliza palabras con tintes éticos significativamente positivos (prudencia, buenos por naturaleza, paciencia, disciplina) sin reserva.